no durante la celebración de las fiestas patronales como publicaron algunos medios de informativos.
“Él ya había entrado el motor y se estaba preparando para acostarse cuando recibió una llamada en su celular de uno de los muchachos con los que siempre se juntaba y salió para la casa de uno de ellos, a tres casas de aquí. En menos de tres minutos se oyó un disparo y yo salí a ver lo que había pasado porque había estado llamando a Edwin y no me contestaba el teléfono”, narró.
Con la voz entrecortada, Rafael Peralta contó que tras suceder el hecho, en vez de socorrerlo y avisarle de lo sucedido, los cuatro jóvenes que le acompañaban huyeron del lugar, por lo cual responsabiliza a los nombrados Víctor, Wilson y Cristian de la Rosa de ser los principales sospechosos de cometer el horrendo crimen.
“Yo tuve que levantarlo porque sus propios amigos me lo dejaron tirado ahí, con un disparo en el ojo, todos se fueron”, lamentó.
Peralta dijo que según le han contado algunos lugareños, en la mañana del suceso su hijo había tenido una fuerte discusión con uno de los sospechosos, relacionada con una pelea de gallos.
Rafael Peralta pidió a las autoridades policiales y judiciales esclarecer la muerte del joven, de quien dijo tenía un prometedor futuro en el béisbol. Se mostró dispuesto a ir a todas las instancias judiciales para que el asesinato de su hijo no quede impune.
Edwin Isidro Peralta Peralta murió la madrugada del sábado mientras recibía atenciones médicas en el hospital público de Villa Vásquez. Tuvo que ser trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) de Santiago por la falta de un médico legista que le practicara una autopsia.
El domingo los moradores de la calle donde residía el joven encendieron velas en reclamo de justicia.
“Él ya había entrado el motor y se estaba preparando para acostarse cuando recibió una llamada en su celular de uno de los muchachos con los que siempre se juntaba y salió para la casa de uno de ellos, a tres casas de aquí. En menos de tres minutos se oyó un disparo y yo salí a ver lo que había pasado porque había estado llamando a Edwin y no me contestaba el teléfono”, narró.
Con la voz entrecortada, Rafael Peralta contó que tras suceder el hecho, en vez de socorrerlo y avisarle de lo sucedido, los cuatro jóvenes que le acompañaban huyeron del lugar, por lo cual responsabiliza a los nombrados Víctor, Wilson y Cristian de la Rosa de ser los principales sospechosos de cometer el horrendo crimen.
“Yo tuve que levantarlo porque sus propios amigos me lo dejaron tirado ahí, con un disparo en el ojo, todos se fueron”, lamentó.
Peralta dijo que según le han contado algunos lugareños, en la mañana del suceso su hijo había tenido una fuerte discusión con uno de los sospechosos, relacionada con una pelea de gallos.
Rafael Peralta pidió a las autoridades policiales y judiciales esclarecer la muerte del joven, de quien dijo tenía un prometedor futuro en el béisbol. Se mostró dispuesto a ir a todas las instancias judiciales para que el asesinato de su hijo no quede impune.
Edwin Isidro Peralta Peralta murió la madrugada del sábado mientras recibía atenciones médicas en el hospital público de Villa Vásquez. Tuvo que ser trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) de Santiago por la falta de un médico legista que le practicara una autopsia.
El domingo los moradores de la calle donde residía el joven encendieron velas en reclamo de justicia.
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